Antes de añadir más herramientas, ordena los básicos. La hospitality fintech funciona cuando reduce fricción al huésped y trabajo invisible al equipo. Estos son los ajustes que vemos que cambian el día a día—sin humo y con foco operativo.
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Empieza por lo que más duele.
Si los no-shows te comen margen, activa depósitos/preautorizaciones y reglas por tarifa/canal.
¿El cuello de botella es conciliación? Etiqueta transacciones desde el PMS y cierra con el ERP.
¿MICE te desborda? Usa split por habitación/invitado y depósitos por hitos con vencimiento. -
Nunca pidas tarjeta por email.
Además de inseguro, dispara errores. Envía links de pago con caducidad y confirmación automática.
Queda trazado en el PMS, cumple con PCI/SCA y evitas persecuciones telefónicas de última hora. -
Ofrece métodos por mercado, no por costumbre.
Wallets (Apple/Google), tarjeta y transferencia SEPA para corporativo.
Mostrar el método preferido según canal/país sube la conversión y baja abandonos en pre-stay. -
Cronometra el checkout y cuéntalo.
Objetivo: < 2 minutos desde “quiero salir” hasta “factura enviada”.
Publica el dato cada semana: ver el tiempo ahorrado convierte escépticos en aliados. -
Escribe las reglas y alinea a todos.
Matriz simple de políticas por tarifa/canal (depósitos, plazos, cargos).
Guion para recepción, plantillas para back office y “cero excepciones” salvo casos firmados.
Resultado: menos errores, menos discusiones y cierres contables más limpios.
Si aplicas solo dos de estos puntos (links de pago y reglas de cobro por tarifa), ya notarás el cambio: menos correos de ida y vuelta, más reservas seguras y un equipo que respira.